Desde que la red conoció la historia de Andrés Villamarín, un jubilado que concibió -mientras observaba una obra- un ladrillo anti terremotos capaz de reducir en un 75% los plazos de construcción, su vida ha cambiado por completo.
Los medios han replicado su inspirador ejemplo, aupando al madrileño a la primera posición en las búsquedas de Google en español en cuestión de ladrillos antisísmicos. Ha salido en los telediarios, y ahora le paran por la calle los vecinos de Aranjuez: « Andrés, le vi ayer en Antena 3 »; « Enhorabuena, don Andrés ».
Villamarín, de 72 años, se lo ha tomado en serio. « Me paso el día haciendo contestaciones a personas que se interesan por el invento », cuenta aTeknautas.
En estos meses le ha dado tiempo a crear una empresa, de nombre RUSTH Ladrillo Autocentrable SL, con sus dos hijos como socios. Además, su ladrillo ha cruzado el charco: en varios países de Latinoamérica se plantean testar el producto, aunque es en Colombia donde está triunfando.
Su ladrillo ha obtenido en el país caribeño una certificación internacional de sus propiedades antisísmicas, dando luz verde a una serie de tests de fabricación que pueden significar el punto de partida para su producción en serie. En España, no ha habido avances. El desplome del sector todavía escuece demasiado como para innovar.
« No me imaginaba montando una empresa a mi edad, la verdad. Siempre me han dicho que tengo instintos empresariales, pero nunca se me había pasado por la cabeza. Pero ahí estamos. »
« El éxito no me cambia »
En cambio, otras cosas no han cambiado. Su actividad mental sigue siendo frenética; ahora incluso más, espoleada por las ganas de que alguien se decida a fabricar su ladrillo. Y su humildad. « Mi mujer se ríe, está contenta. Me paran por la calle y los familiares me llaman: ‘te he visto en la tele’, me dicen, ‘te estás haciendo famoso’. Eso son cosas, llamémosle, superfluas. Lo importante es que alguien empiece a fabricar el ladrillo ».
De momento, en Colombia la Universidad Francisco de Paula Santander (Cucutá) ha aprobado una tesis de investigación con el título Aplicabilidad del Ladrillo Autocentrable en Colombia de acuerdo con el Reglamento Colombiano de Construcción Sismo Resistente NSR-10.
« Esta investigación tratará de someter en un plazo corto nuestro ladrillo a pruebas de fabricación con las ricas arcillas de la zona, pruebas de rapidez en su colocación, pruebas de comprensión-tensión y pruebas sismorsistentes según la norma NSR-10, 2010 de Colombia », explica Elena Villamarín.
http://www.youtube.com/watch?v=boyHf1mw3rs
En el camino se han asociado también con los jóvenes de Kunfud. « Nos están ayudando mucho de manera voluntaria a nivel de gestión, búsqueda de contactos y desarrollo comercial de la patente, todas las nuevas imágenes 3D del ladrillo son suyas », apunta.
En Colombia, han firmado un contrato de confidencialidad, y en España han elaborado un dossier técnico y están empezando a apuntarse a concursos de emprendedores.
« Los días son muy intensos, no te imaginas. Nos llaman aparejadores de muchos países y en los foros de internet se habla del ladrillo, algunas veces bien y otras mal, pero nosotros contestamos a los emails donde hay algún interés. El certificado de Colombia es importante porque lo ha reconocido un equipo de ingenieros, a ver si alguien se decide y lo vendemos », explica el madrileño.
Villamarín acepta con resignación que en España el interés sea menor. « No ha habido nadie que se haya metido en serio, qué vamos a hacerle ». Después de haber estado varios años dibujando su invento en un garaje, ahora el lugar donde se inspira ha cambiado, aunque el sistema del madrileño sigue siendo el mismo que cuando paseaba por los edificios en obras haciendo cálculos sobre el tiempo que tardaban en colocar cada pieza.
« Estoy todo el día con esto en la cabeza. Ahora me voy a los jardines de Aranjuez y voy pensando en las cosas, dando vueltas. Siempre estamos avanzando, ésa es nuestra visión ».
Fuente: http://www.elconfidencial.com/
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